La llegada de internet a la vida de los hombres del siglo XXI, hace ya más de diez años, se dejó notar de manera inmediata en el ámbito informativo.
En la actualidad, la presencia del periodismo digital es cada vez más intensa e importante. Este fenómeno, desde el primer momento suscitó debates sobre la posible desaparición de los medios impresos en favor del imperio de la red.
¿Será cierto que en un futuro ya no tendremos un libro en la mesilla de noche sino un ordenador portatil? ¿ Dejaremos de dar los "buenos días" al quiosquero que todas las mañanas nos dispensa el periódico haciendo predicciones infundadas del estado del tiempo?
Tras la irrupción de la prensa digital se creo una cierta mística apocalíptica en torno a los medios de comunicación. La quema de rotativas, la impersonalización de las redacciones, la destrucción de esos páginas que se arrugan con el viento y te manchan los dedos al pasarlas...parecía inminente; sin embargo aún no ha llegado el día en que la gente se dirija al trabajo sin un periódico bajo el brazo o no hojee las primeras noticias de la mañana mientras se toma el café.
Es cierto, cada vez se lee menos, la prensa pierde su clientela...tal vez la tecnología tenga su parte de culpa, puede que cada vez nos interese menos lo que pasa a nuestro alrededor o quizás simplemente tenemos demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo para dedicar a cada una de ellas.
Lo cierto es que la experiencia nos ha demostrado que la aparición de nuevos medios de comunicación no eclipsa necesariamente la importancia de los anteriores: la televisión no destruyó la radio e internet no tiene porque enterrar la prensa escrita.
No se trata de elegir ni de adoptar una actitud excluyente, sino de afrontar esta nueva era comunicativa preocupándonos de cuidar la calidad mediática y de recuperar viejos valores, como el rigor periodístico, que a menudo quedan en el olvido ante la opulencia informativa.
Tenemos el mundo a nuestros pies, la oportunidad de estar en todas partes. Sólo debemos conducirnos con cuidado para aprovecher de manera positiva las posibilidades que el siglo XXI nos ofrece.
En la actualidad, la presencia del periodismo digital es cada vez más intensa e importante. Este fenómeno, desde el primer momento suscitó debates sobre la posible desaparición de los medios impresos en favor del imperio de la red.
¿Será cierto que en un futuro ya no tendremos un libro en la mesilla de noche sino un ordenador portatil? ¿ Dejaremos de dar los "buenos días" al quiosquero que todas las mañanas nos dispensa el periódico haciendo predicciones infundadas del estado del tiempo?
Tras la irrupción de la prensa digital se creo una cierta mística apocalíptica en torno a los medios de comunicación. La quema de rotativas, la impersonalización de las redacciones, la destrucción de esos páginas que se arrugan con el viento y te manchan los dedos al pasarlas...parecía inminente; sin embargo aún no ha llegado el día en que la gente se dirija al trabajo sin un periódico bajo el brazo o no hojee las primeras noticias de la mañana mientras se toma el café.
Es cierto, cada vez se lee menos, la prensa pierde su clientela...tal vez la tecnología tenga su parte de culpa, puede que cada vez nos interese menos lo que pasa a nuestro alrededor o quizás simplemente tenemos demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo para dedicar a cada una de ellas.
Lo cierto es que la experiencia nos ha demostrado que la aparición de nuevos medios de comunicación no eclipsa necesariamente la importancia de los anteriores: la televisión no destruyó la radio e internet no tiene porque enterrar la prensa escrita.
No se trata de elegir ni de adoptar una actitud excluyente, sino de afrontar esta nueva era comunicativa preocupándonos de cuidar la calidad mediática y de recuperar viejos valores, como el rigor periodístico, que a menudo quedan en el olvido ante la opulencia informativa.
Tenemos el mundo a nuestros pies, la oportunidad de estar en todas partes. Sólo debemos conducirnos con cuidado para aprovecher de manera positiva las posibilidades que el siglo XXI nos ofrece.
3 comentarios:
La mejor plantilla que había, jejeje, es la misma que la mía.... Está bien ver que las periodistas bilingües sois competentes, artículo conciso y claro, sin pegas.... Ya te pasarás por el mío, espero
Breve y conciso. Demasiado bonito quizás.
Tienes que explicarme como es eso de tener el mundo a nuestros pies y tener la oportunidad de estar en todas partes. De momento el teletransporte no lo domino.
Yo seré de los que prefieran leer un periódico antes que el portatil mientras desayunan. Puestos a manchar...
Y si en vez de quiosquero hay quiosquera...ya no te digo ná!
Sigue así.
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