miércoles, 18 de abril de 2007

Una máquina de buscar


Si hojeamos el diccionario Webster, por la sección de la "g", encontraremos la palabra "google" con un significado propio: buscar.

Hace más de ocho años, se creó esta famosa compañía, a la que sus propios socios atribuían una probabilidad de fracasar del 95%; hoy Google crece sin parar: un incremento de las ventas del 70%, la plantilla aumenta un 18%, su valor en Bolsa ha alcanzado los 500 dólares por acción...

"Google experimenta una fase de hipercrecimiento. Es la evolución natural de una empresa que tiene un éxito constante, el liderazfo en el mercado más dinámico del mundo y la confianza interna, la absoluta creencia , de que puede tener éxito en todo lo que intente".

Pero, ¿Cuál es el secreto que esconde ese éxito?

Nos acercamos a Mountain View, en pleno SIlicon Valley y llegamos a la ciudad, complejo o cómo sea que pueda llamársele, Googleplex, lugar de refugio de los Googlers. Los empleados pasean por allí tranquilamente, en bicicleta o a pie; no tienen horarios, entran cuando les apetece; la comodidad está garantizada, la dieta muy cuidada, no se imponen restricciones en cuanto a la vestimenta y acaba la semana celebrando la fiesta "thank god it's friday". El salario tampoco es malo: son los ingenieros más brillantes del mundo, pero también los mejor pagados.

Eso sí, no cualquiera puede ser el elegido para formar parte de la familia de Googlers: Las notas de la universidad son indispensables, se pasan numerosas entrevistas y cuestionarios y se requiere un alto grado de sociabilidad.

Se podría decir que hay bastante equilibrio en las aportaciones de ambas partes: la empresa mima a sus empleados y ellos la compensan con sus ideas millonarias.

Guiándose por una declaración de intenciones: organizar la información y hacer que sea accesible desde cualquier lugar, la compañía a rebasado sus fronteras iniciales con innovaciones como el Google news o Gmail; ahora se enfrenta a un nuevo reto: mantenerse en la cima en un contexto de mercado altamente competitivo sin caer en los abusos de ese poder que ya obstenta.

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